Convento San Bernardo (Salta)

El Convento San Bernardo, ubicado en Salta, es una impresionante atracción turística que no te puedes perder durante tu visita. Aunque lamentablemente no se puede acceder al interior debido a las renovaciones en curso, su fachada exterior ofrece una vista panorámica de los majestuosos cerros que rodean la ciudad. Es un lugar que te dejará sin palabras, incluso desde fuera.

A pesar de las limitaciones en el acceso, aún hay formas de interactuar con el convento. A través de un torno, puedes comunicarte con las monjas carmelitas, quienes ofrecen una selección de artículos religiosos en la vitrina. Si deseas dejar una petición escrita, también puedes hacerlo a través del torno. Además, cerca del convento encontrarás una vendedora de artículos religiosos que está disponible para atenderte si el convento está cerrado o si prefieres adquirir tus souvenirs fuera del horario de apertura.

La historia del Convento San Bernardo es fascinante. Esta hermosa construcción, que comenzó a construirse a fines del siglo XVI, es uno de los edificios más antiguos de la ciudad de Salta. Inicialmente, funcionaba como un hospital, pero en el siglo XIX, las Carmelitas Descalzas llegaron y lo convirtieron en un convento de clausura. Desde entonces, el convento ha mantenido su función religiosa hasta el día de hoy.

Aunque no puedas ingresar al convento, la visita a su fachada no te dejará indiferente. Sus puertas de madera tallada, consideradas una obra de arte, son una de las principales atracciones de este lugar. Por la noche, iluminadas, realzan aún más la belleza del edificio. Además, si te acercas desde la cercana Basílica de San Francisco, te sorprenderás con el contraste entre la fachada limpia y blanca del convento y la colorida basílica. Sin duda, es una parada obligatoria para todos los amantes de la arquitectura colonial y la historia de Argentina.

Aunque pueda parecer complicado acceder al interior del convento, la visita a la fachada y al hall de la secretaría ya vale la pena. Podrás admirar la belleza y la construcción de este edificio de época y quedarte maravillado con su puerta de madera de algarrobo tallada a mano en el año 1762. Es la puerta más antigua del país y es un verdadero tesoro histórico que no te puedes perder.

Aunque el acceso a Convento San Bernardo puede resultar restringido, su belleza y valor histórico hacen de este lugar una parada imperdible durante tu visita a Salta. Aunque no puedas ver el interior, su fachada y sus puertas de madera tallada son una obra de arte por sí mismas. No olvides pasar por este fascinante lugar y disfrutar de la vista de los cerros desde su fachada exterior.